Bodas de plata de E & R: Una gira de 25 años juntos

El día 2 de Julio de 1988, había dos jóvenes que  se prometían  el uno al otro amor y una vida en común, para lo bueno y para lo malo. Como habréis imaginado, los jóvenes eran E & R,  que ayer celebraron con un centenar de amigos y familiares 25 años de matrimonio, ósea, sus bodas de plata.

¡Qué  lejos queda aquel día! me decían en una entrevista. Pero lo cierto es que   a lo largo de esos años tuvieron tiempo de vivir  un millón de cosas, de  soñar un millón de veces, de ver un millón de amaneceres juntos, de tener un millón de ilusiones…y una de ellas era celebrar los 25 años de casados juntos, como así lo hicieron ayer.

Fue una boda preciosa que comenzó con una pedida de mano, luego la ceremonia civil para renovar los votos matrimoniales, seguido del banquete y finalizando con el baile y las copas.

Una vez todos en el restaurante y ante un trono  que le preparamos para la novia, R. se arrodillo ante E. haciéndole entrega de un ramo de flores y le dijo:

 “Lo malo de estos 25 años es que se me han hecho muy cortos, es poco tiempo para disfrutar de tu presencia, poco tiempo para seguir amándote y poco tiempo para saborear tus besos, así que como soy un hombre de recursos, se me ha ocurrido el plan perfecto para solucionar este problema: ¡voy a por otros 25 años a tu lado!”

No me digáis que no fue una pedida de mano preciosa. ¡Bueno! todo lo fue, pero para no hacer un libro de la velada, destacamos :

–       Se realizó una réplica de la tarta de la boda: ella sopló 25 velas mientras  él sable en mano troceaba la tarta.

–       En forma de poema se les entregó  el recopilatorio  de sus vidas en común y un cuadro de los dos en nombre de las familias de ambos. Dichos regalos fueron encargados a un poeta y un pintor profesional.

–      Los regalos de los invitados los recibieron durante un momento que quisimos resaltar,  les vendamos los ojos y los  llevamos a otra estancia donde preparamos una mesa de regalos ya que cuando se casaron hace 25 años apenas  tuvieron regalos y sobre todo a E. le hacía especial ilusión.

–      La hora del baile fue de lo más romántico. Miradas, besos y lágrimas mientras sonaba la canción “Adoro” de Armando Manzanero en homenaje a los años que vivieron en Méjico.

Y ya os imaginareis  que después de bailar está preciosa canción, la alegría siguió hasta altas horas de la madrugada.

 Os dejamos con la canción del baile nupcial, para compensar las imágenes del evento…un fallo en la cámara nos destrozó  nuestro particular reportaje.

https://www.youtube.com/watch?v=qTSkJQtn3IA