Es fundamental contar con un buen asesoramiento profesional. El experto nos ayudará a encontrar el equilibrio y a controlar el riesgo de que aumente tanto la presión y los nervios en las semanas previas a la boda, que éstos acaben enturbiando lo que tendría que ser un día mágico y precioso.
Es uno de los propósitos de todas las novias, todas hemos dicho la famosa frase de… voy a adelgazar unos kilitos antes del día de la boda. Realmente es un objetivo que se puede cumplir a la perfección, eso si con un poco de voluntad siempre y cuando nos pongamos a la tarea con tiempo suficiente.
Una dieta controlada por un buen nutricionista es la mejor forma de perder peso antes de la boda.
Cuando comenzamos a llevar una dieta saludable muchas nos preguntamos sobre la necesitad de ir a un nutricionista, es cierto que, actualmente, tenemos a nuestra disposición toda clase de recursos, ya sea en las librerias o por Internet. Sin embargo, estos soportes se quedan cortos a la hora de ayudarnos a saber que es lo que nos engorda y lo que no, porque hemos de ser sinceras y no siempre conseguimos perder el peso deseado para la boda y lo que nos interesa es la mejor dieta teniendo en cuenta nuestros hábitos y estilo de vida, como pueda ser llevar una vida sedentaria, tener que acudir a muchas comidas de trabajo o ser tremendamente inconstante.
Otro factor a tener en cuenta es la fuerza de voluntad. Llega un momento en el que nuestro peso se estanca y los dígitos de la báscula se resisten agggg !!!, es cuando nos llega la desmotivación y riesgo de abandono. Por eso a veces es importante introducir según qué alimento para poder permitirnos algún pequeño capricho para poder seguir adelante con la dieta y alcanzar así el objetivo.
Entonces, ¿cómo elegir al profesional adecuado? Lógicamente, la formación y la experiencia son dos factores fundamentales. Otro factor a tener en cuenta es que la persona que elijamos conecte con nosotras y nos dé confianza.