El ramo de la boda de Marta Ortega: El más sencillo del mundo

Marta llevaba un ramo  de lo más sencillo, que recogía entre sus manos con unos guantes que resaltaba la  candidez  de la flor.

El  florista artesano Thierry Boutemy  dice que solo le gustan «las flores que parecen salidas de un jardín». Es decir, que huye del cultivo convencional en la medida de lo posible y apuesta siempre por lo espontáneo, lo natural. Pero para la elaboración de este ramo  se  cultivo con varias semillas subespecies   para así  obtener  el color empolvado que es un “must” en sus obras.

Con la forma  de este arreglo floral  delicado y romántico  se evitó  forzar la artificialidad y  da la impresión que se adecua al ciclo de vida de la flor  y después de ese momento  seguirá pareciendo hermoso  en cualquier momento.

 El resultado final parece haber sido sacado de un cuento de hadas.