Poemas para leer en una ceremonia civil : Lecturas con sentimiento

poema c.c.Sabemos lo difícil que resulta hacer una lectura para dedicarles a los novios el día de la boda. Lo cierto es que aunque lo más bonito son las palabras que salen del corazón a más de uno/a le cuesta expresarse, y es por eso que os dejamos una pequeña selección de textos para que la uséis o también para que os sirva de inspiración para sacar el/la poeta que lleváis dentro.

“El arte del matrimonio” de Wilferd Alan Peterson

La felicidad en el matrimonio no es algo que simplemente suceda, un buen matrimonio debe crearse.

En el matrimonio las pequeñas cosas son las grandes cosas; nunca se es tan viejo para sostenerse las manos. Es recordar decir “te amo” al menos una vez al día, y nunca irse a dormir enojados.

Es nunca hablar con el otro solo por ser condescendiente; el cortejo no debe terminar con la luna de miel, debe continuar a través de los años.

Es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes, es pararse juntos enfrentando al mundo. Es formar un círculo de amor que se alimenta en toda la familia.

Es hacer cosas para el otro, no en la actitud de servicio o sacrificio, sino en el espíritu de gozo. Es hablar con palabras de apreciación y demostrar gratitud de manera considerada.

No se busca la perfección en sí, es cultivar la flexibilidad, la paciencia, la comprensión y el sentido del humor.

Es tener la capacidad de perdonar y de olvidar. Es dar al otro una átmosfera en la que cada uno pueda crecer. Es encontrar espacio para las cosas del espíritu, en una búsqueda común del bien y la belleza.

Es establecer una relación en la cual la independencia sea por igual, la dependencia mutua y las obligaciones recíprocas.

No es sólo casarse con la pareja perfecta, es ser la pareja perfecta. Es descubrir lo que el matrimonio puede ser, en su mejor momento.

“Cuando por fin se encuentran dos almas” de Victor Hugo

Cuando por fin se encuentran dos almas, que durante tanto tiempo se han buscado una a otra entre el gentío. Cuando advierten que son pareja, que se comprenden y corresponden, en una palabra, que son semejantes. Surge entonces, para siempre, una unión vehemente y pura como ellas mismas, una unión que comienza en la tierra y perdura en el cielo. Esa unión es amor, amor auténtico, como en verdad muy pocos hombres pueden concebir. Amor que es una religión, que deifica al ser amado cuya vida emana del fervor y de la pasión y para el que los sacrificios más grandes, son los gozos más dulces.

La isla

Cuentan que erase una vez, hace mucho tiempo, que existió una isla donde habitaban todos los sentimientos que atañen a las personas. Un día, se les fue avisando a los moradores de la misma que su isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla en sus barcos y se prepararon para partir, pero el Amor se quedó, quería quedarse mas tiempo, un rato más con su isla que tanto había querido y amado, antes de que se hundiese. Cuando por fin, estaba ya a punto de ahogarse, el Amor comenzó a pedir ayuda. En eso que venía la Riqueza y el Amor le dijo: – Riqueza, llévame contigo. – No puedo, hay mucho oro y plata en mi nave y no tengo espacio para ti.- Espetó la Riqueza. Le pidió ayuda a la Vanidad que también venía pasando: – Vanidad, por favor, ayudadme. – No te puedo ayudar, estás mojado y vas a arruinar mi perfecto bote. – Contestó la Vanidad. Entonces, el Amor le pidió ayuda a la Tristeza: – ¿ Me dejas ir contigo ? – Hay cariño, estoy tan triste por separarme de mi isla que prefiero ir sola. – Respondió la Tristeza. También pasó la Alegría, pero estaba tan contenta y risueña que ni tan siquiera oyó al Amor gritar en su ayuda. Desesperado, el Amor comenzó a llorar cuando una voz la llamó: – Ven Amor, ven, yo te llevo, ven conmigo. Era un viejecito, pero el Amor estaba tan feliz que se le olvidó preguntar su nombre y al llegar a tierra firme, se encontró ésta con la Sabiduría y le preguntó por el nombre de ese viejecito. La Sabiduría respondió de manera tranquila: – Es el Tiempo. – ¿El Tiempo?, ¿ Y Por qué solo el Tiempo me ha querido ayudar ? – Preguntó el Amor. – Porque solo el Tiempo es capaz de ayudar y entender a un gran Amor.

El árbol de los amigos

Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.

El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.

Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.

Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja mas felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.

Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.

Hoy y siempre… Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros.

Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.

Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.