La garantía de éxito de una boda es conseguir que el día transcurra sin nervios ni preocupaciones.
La boda de E & F así fue…un lugar romántico, un día espléndido, unos invitados que mimaban a los novios con sus miradas, unos proveedores que pasearon su talento en cada uno de los servicios contratados …¿qué más se podía pedir?.
Cuando llegué al pazo y subí a la suite de E., por los pasillos sólo se oía las risas de los invitados alojados que de un lado para otro, entre ellos, realizaban alguna que otra “trastada”. Me dije ¡bien Marilé! la gente está tranquila y contenta.
Una vez incorporada al día D, comenzaron a desfilar: la peluquera, la maquilladora, el fotógrafo, la florista , la coordinadora de eventos de pazo… ¡perfecto! íbamos muy bien de tiempo.
En otro punto- la iglesia donde se celebraría la ceremonia- dos personas de mi equipo me comunicaban que también estaba todo listo: el cuarteto de música, la soprano, el cura, la decoración floral y el protocolo de los asientos.
Para que todo estuviese perfectamente coordinado en los tiempos, puse carteles en las habitaciones indicando que debían salir del pazo, el novio con la madrina, el resto de la familia y los invitados alojados a las 12.30h. Previendo de antemano un retraso de media hora por las lógicas felicitaciones y halagos de unos a otros por la vestimenta. Tal cual se cumplió, hasta las 13.00h arrancaron motores.
Me quedé con la novia y el padrino, y media hora más tarde llegamos al atrio de la iglesia.
La ceremonia fue preciosa pues los novios y los hermanos de estés participaron en la misma muy activamente.
De nuevo nos dirigimos al pazo , dejando a nuestra derecha las playas repletas de gente. Nada envidiable porque nos esperaba un aperitivo al fresco bajo un espeso y frondoso follaje. ¡Bueno! excepto el novio que el chaqué le pedía a gritos “sácame de este cuerpo” palabras del novio.
Una vez que entramos en el salón –perfectamente acondicionado- lo vivido allí se transcribe en una palabra: ALEGRIA.
Al atardecer realizamos la sesión de fotos por el pazo con los novios, mientras los invitados comenzaban a bailar y muchos de ellos – aprovecharon el momento- para cambiarse de traje.
Una vez finalizada la sesión los novios se incorporaron a la fiesta donde bailó hasta el “apuntador”.
Gracias a E & F, ha sido un auténtico privilegio poder participar en la organización de vuestra boda
Y ¡cómo no! al fotógrafo de la boda: J. Criss Fotografía que me adelantó las primeras fotos que en este encabezan este post