Vamos darle un guiño a la elegancia que aporta el terciopelo.
Empezamos recordando lo que ya sabéis…es una tela de pelo corto que da una sensación suave a la vez que hace que sea muy distintiva y exquisita.
Es considerada por su textura símbolo de lujo y una importante fuente de inspiración para envolver en la boda prácticamente todo: invitaciones, ramo, flor en el ojal, lazo en la cintura, zapatos, tocado, clutch, turbante, chaqueta, vestido, guantes, sofás, libro de firmas …
También es una elección perfecta para ir muy femenina como invitada , y aunque las más cautas digan que a una boda no se debe ir de negro desmontamos la teoría y se nos antoja que es una opción ideal un vestido negro de terciopelo si se combina con los complementos adecuados . También es un look muy acertado para ir como novio o para incluirlo en la decoración.
Este tejido que encandila a muchas y horroriza a otros es perfecto para las bodas de invierno, evidentemente no apto para lugares calurosos. Otro punto clave es el momento de la jornada ¿noche o día? y no cabe la menor duda…cuando cae el sol es la mejor hora de comenzar a lucirlo.
Al terciopelo además se le atribuye el símbolo de ser un aniversario de boda, y entre las bodas de plata y las de oro nos encontramos con las bodas de terciopelo que se celebran a los 29 años de casados …casi nada…¿verdad