Esta pareja, ahora ya marido y mujer, es de las que más nos han sorprendido esta temporada. Por sus profesiones están acostumbrados a tomar decisiones de gran responsabilidad, con el consiguiente estrés, y sin embargo desde el inicio de la organización de su boda hasta el último minuto de la celebración estuvieron muy tranquilos.
Su confianza en nuestro trabajo y la claridad con la que vieron lo que querían desde un principio hicieron que los meses previos fueran un simple ajuste de detalles de la agenda programada.
Hay que recordar que participaron personas muy vinculadas con la familia, lo que también influyó en que ambos se sintieran más relajados: el fotógrafo y la peluquera de siempre y los músicos que actuaron en la iglesia, encabezados por la propia hermana de la novia. El resto de proveedores los elegimos procurando mantener la misma línea, con ese halo de familiaridad, empezando por el lugar de celebración y continuando con las invitaciones, la florista y decoradora, la maquilladora, el traje de los novios, el coche nupcial, …, o la música para el baile y alguna que otra sorpresa pensada para sorprender a los invitados, como fue el romántico escenario que se preparó para el baile nupcial.
Llegada la hora, los invitados se fueron acercando a la iglesia de los Dominicos de A Coruña para asistir al enlace religioso de J. & I., que – siguiendo en su línea- aparecieron elegantes y discretos, actitud que conservaron durante todo el festejo hasta bien entrada la madrugada en Pazo de Brexo.