Recordar que aunque no tengamos mucho conocimiento en las reglas de etiqueta hay algo que nunca falla:
“Elegancia va de la mano de sencillez, es de mal gusto ser ostentoso”
Pero nunca está demás saber o recordar estos pequeños consejos.
– VESTIMENTA
Una boda formal no es sinónimo de etiqueta rigurosa. Las mujeres pueden lucir un vestido largo o un vestido de fiesta elegante tipo cóctel que puede ser hasta la rodilla o más largo. Los hombres deben de ir con esmoquin negro, y si la boda es en verano queda ideal la chaqueta blanca.
– EN LA MESA
Antes de sentarse, dejar cualquier objeto o vestimenta que se lleve para cubrirnos en el ropero ¡jamás colgarlo en la silla de la mesa!
Cuando nos sentamos procurar presentarse al resto de comensales, si no los conocemos. Si hay varios que tienen más relación, no hacer corrillo. Y ¡por favor! no poner el móvil sobre la mesa.
Si cae algo al suelo – la servilleta o un cubierto- esperar a que nos lo cambien. Y qué deciros si nos manchamos ¡qué no es os ocurra frotar con la servilleta la zona manchada! Os levantáis y ya os lo solucionaran.
Por otro lado, a este tipo de actos no se lleva al banquete a los niños, aunque tengamos a alguien que se ocupe de ellos.
Tampoco comentar al resto de comensales lo que se ha gastado en la boda, es una falta de respeto tremenda y preguntarlo, peor.
– EN EL BAILE
No sacarse la chaqueta, al igual que se sale vestido de casa se debe de llegar a ella.
Y mientras estáis bailando con vuestra pareja no besarla, esto siempre a puerta cerrada.
Cuando se está pidiendo una copa y vemos a alguien que nos parece conocido, no decir «¿Sabes quién soy?» Lo idóneo es presentarse y continuar la conversación si procede.
Y ¡ojo! con las copas, ese momento es muy peligroso, y se puede ir hacia el DJ y pedirle o una canción determinada o el micrófono y ésto ya sería “el desastre”.