Esta boda que ha sido cuidadosamente preparada, tuvo un detalle a destacar: la riqueza y colorido del vestuario de la familia del novio.
Aunque la vistosidad de los trajes de los 60 invitados que se trasladaron desde la India era todo un espectáculo visual, no ensombreció para nada a los invitados gallegos de la novia que estaban igualmente muy elegantes.
La temática de la boda fue el cine, desde los libretos que se confeccionaron para la ceremonia hasta la ambientación de todo el lugar de celebración.
La conjugación de las tradiciones hindús y españolas fue una tarea que se trabajo mucho, para que ambas partes estuvieran igualmente representadas en la ceremonia civil.
Durante el intercambio de alianzas unos espectaculares anillos de Cartier deslumbraban mientras el novio realizaba un pequeño ritual que hizo muy emotivo este momento de la ceremonia que estaba envuelta en el olor a incienso.
Una vez casados, los novios, recibieron la tradicional «lluvia» de arroz como símbolo de prosperidad –común en ambas culturas- y a continuación todo siguió el cauce normal de todas las bodas hasta las 3 de la madrugada, en donde el baile con coreografías al estilo “Bollywood” dio el broche final a la celebración.