Dicen que “La distancia es el olvido”, pero en la boda de R&P pudimos comprobar que la distancia que separa Berna de Galicia no es impedimento para mostrar amor hacia las personas que se quiere, máxime cuando éstas se han marchado del país en busca de una vida mejor.
En los e-mails que nos intercambiamos durante la organización de la boda, R. siempre me contestaba desde el trabajo fuera la hora que fuera. Y cada vez que quería venir a España surgía algún impedimento que le obligaba a posponer el viaje.
Así mismo, amigos y familiares de R. en España se ponían en contacto con nosotras para contribuir a que tuvieran un día especial. Ella me contaba, en el momento de enviar las invitaciones, que no esperaba la asistencia de muchos, y yo siempre le decía: “tendrás grandes sorpresas, ya lo verás”, pero seguía sin creerlo porque desde la distancia se ven las cosas de otra manera.
En horas libres la pareja se hizo con muchos detalles para la boda que fuimos pensando que podían destacar, entre ellos: Un porta alianzas muy original, unos cojines para los pajes y un detalle para poner en cada mesa ideal.
Y llegado el día, casi 200 personas, con el novio y la madrina, esperaban a que llegara R. para iniciar la unión de sus amores y acompañarlos en su camino hacia la felicidad.
Una tierna y elegante ceremonia civil, que tuvo dos actuaciones especiales, la del hermano del novio y la de la mejor amiga de la novia, el uno tocando la trompeta y la otra cantando, se convirtió en un acto emocionante y refinado, en el que no faltaron las lágrimas.
Después de los abrazos y de las felicitaciones, sutilmente, nos llevamos a los novios para realizar una pequeña sesión de fotos a fin de completar el reportaje que le hizo el fotógrafo mientras arreglaban a R. en casa de la madre y añadirlo a las que luego se hicieron durante el aperitivo con los invitados.
Después de una exquisita cena fueron sumándose las sorpresas: una tuna improvisada por familiares de ambos, un baile de la novia – enamorada de las sevillanas- con una amiga andaluza invitada y otras más, y mucha, mucha diversión.
R&P no van realizar – por trabajo- un viaje de novios como ellos quisieran pero, sin lugar a dudas, el día de su boda es el mejor recuerdo que tendrán en su viaje por la vida juntos.