Dicen que de una boda sale otra boda, si utilizamos la lógica es cierto, porque tarde o temprano algún amigo o familiar del novio o de la novia se casaran entre un intervalo de tiempo más o menos corto.
Pero lo que me pasó hoy jamás me había ocurrido.
Veréis; como ya os comenté en el anterior post este sábado nos fuimos de boda, ¡bien! hasta ahora todo normal. Pero resulta que hoy al mediodía me llama una de las invitadas y una vez que se identifica me dice que al llegar a casa su pareja se arrodilla ante ella –como marca la tradición- y con una flor de tela de un jarrón que tenían en la cocina le pide matrimonio. A Z. le saltaron las lágrimas mientras le decía “SI” entre sollozos.
Ayer estuvieron hablando y hablando y decidieron que yo me encargarse de su boda para el 2013. Mañana por la tarde nos citamos en mi despacho…estoy muy ilusionada …