A pesar de que las apuestas, por falta de espacio, se pronunciaban en contra de los deseos de la pareja de que se pudiera celebrar la ceremonia civil en el lugar del banquete, ellos creyeron en nuestra propuesta y así se hizo.
Mientras que los novios se arreglaban para la boda, en la carpa preparada para la ocasión se realizaron unos pequeños cambios de última hora con la finalidad de aprovechar el sol otoñal que penetraba por las ventanas para que de ese modo quedara realzado el lugar de la celebración con la luz natural que el día nos regaló.
Llegó la hora y, tras la entrada del novio, la novia, del brazo del padrino, se aproximaba hacia su prometido sobre la larga alfombra roja mientras sonaban los acordes de “ The Prince of Denmark´s March” http://www.youtube.com/watch?v=z1088E6E2fY . Es éste un tema poco conocido, aunque se interpretó en la ceremonia de la boda del príncipe Carlos de Gales y Diana Spencer, y resultó perfecto para ese momento.
Fue una ceremonia cálida y delicada, a semejanza de M.J & A. Las lecturas de tres personas muy especiales para ellos y la ceremonia de las velas fueron los momentos más emotivos que hicieron que las lágrimas de la emoción afloraran entre ellos y entre los asistentes.
Finalmente tras la lluvia de pétalos y la enhorabuena de todos los presentes M.J. & A. se mostraban ya más relajados pues su deseo se había cumplido.
Tenemos algo que decirles a ambos, que a esta hora están ya rumbo a un tour por varios países europeos, con escala inicial en la romántica París: ¡ Un bon voyage!