Las parejas buscan entornos diferentes para organizar su boda en plena naturaleza cerca de la ciudad como así lo decidieron A & S, qué eligieron este marco natural a menos de 5 minutos del centro de Santiago de Compostela.
Con puntualidad británica los invitados y el novio con su madrina se congregaron alrededor de la fuente de A Quinta da Auga para esperar el inicio de la ceremonia civil. Nos anuncian “la novia está a 3 minutos”, por lo tanto comenzamos con la primera parte de la celebración.
Cuando hizo su entrada la novia del brazo de su padrino, mientras sonaba el saxo -tocado por el primo de la novia- las primeras lágrimas de emoción asomaban temblorosas a los ojos del novio. Durante toda la ceremonia surgieron explosiones de sentimientos por parte de todos, una ceremonia realmente emotiva sobre todo cuando los novios antes de cerrar el acto se dirigieron a todos los presentes.
Después de la tradicional lluvia de pétalos se sirvió el cocktail en uno de los preciosos escenarios al aire libre del hotel. El sonido de fondo del agua del rio Sar que rodea la finca, las risas y los primeros brindis fueron un buen precedente que aseguraba que el banquete iba a seguir el mismo curso.
Mientras tanto en el salón de celebración el grupo de profesionales del hotel encargados de la boda de A & S, repasaban el timing mientras revisaban los detalles para que todo estuviera impecable.
Siempre es una maravilla estar cerca de ellos pues me atienden y tratan con el mismo esmero que lo hacen con los novios, es un placer trabajar con todo el personal : mantenimiento, recepción, cocina, sala, eventos y dirección.
En A Quinta da Auga son verdaderos arquitectos de bodas y las caras de A & S eran un fiel reflejo de que todo lo vivido allí había salido según lo previsto.
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