Debes dejarte aconsejar siempre por los restauradores que vayan a servir en tu convite, pero también puedes seguir unas sencillas pautas para tomar la decisión correcta.
Para los aperitivos o entrantes: Debes elegir vinos rosados o vinos tintos como el Jerez o la Manzanilla.
Para las carnes: Aquí la elección está clara. Para las carnes el vino idóneo es un buen tinto ya sea Rioja, Ribera del Duero, Penedés o Priorato. Escoge un vino con mucho cuerpo y robusto.
Para los pescados: Si bien casi siempre se opta por un vino blanco, éste no es indispensable para los pescados. También los puedes acompañar de un rosado o un tinto.
Para el marisco: En este caso sí que es indispensable el vino blanco. Como buena gallega no puedo recomendar otro que no sea un Albariño.
Para los postres: La mejor elección serán vinos blancos como el Moscatel o el vino de Málaga.
Para el brindis: Está claro que la elección debe ser un cava. Opta por un Brut bien fresquito.
Simplemente, que esto os sirva de pequeña guía para que entre vosotros y las recomendaciones de los restauradores lleguéis a escoger con acierto.