Texto escrito por Fátima Collarte
Revistas de novias, blogs, amigas tuyas… El concepto de Wedding Planner está en boca de todos, todo el mundo lo conoce de oídas, pero, ¿Sabemos realmente lo que hacen? O, más importante aún, ¿Cómo saber si la necesitamos, si nos va a ser útil a nosotras? Hoy quiero daros mi perspectiva como novia que contrató una wedding planner, y que, a día de hoy, sigue pensando que fue una de las mejores inversiones de su boda. Con un poco de suerte, podemos responder a la mayoría de las dudas que rondan tu cabeza .
- ¿Qué hace una wedding planner?
Seguro que existen mil definiciones oficiales, yo os voy a andar la de andar por casa: Es una persona que ha organizado cientos de bodas, que conoce y confía en cientos de proveedores, que te ayuda en todo el proceso de organización de la boda, desde el día que decides contratarla (en mi caso, al día siguiente de decidir que nos casábamos), hasta el día de la boda, incluido.
- Dices que te ayuda… ¿Pero, hasta qué punto? ¿Entonces, qué hago yo?
Si tu wedding planner es una profesional en toda regla, te ayudará hasta el punto que tú quieras o necesites. Desde proponerte lugares de celebración, ayudarte con la elección del vestido, los proveedores para todo… Y, según la cantidad de tiempo de la que dispongas y lo que tú te quieras implicar, puedes desde delegar completamente en ella ciertas elecciones tras indicarle un presupuesto, o tomar tú la decisión final (como hacíamos nosotros), pero tener todo el trabajo de preselección, estudio de propuestas y concertación de citas, hecho.
- ¿Pero eso no lo puedo hacer yo a través de internet?
Os contesto con un ejemplo práctico: Por supuesto que a través de internet puedes encontrar floristas o cuartetos de cuerda en Santiago, pero… ¿Quién te dice si son formales, si se adaptan a las peticiones especiales, si aparecen puntuales, si usan flor de primera calidad, si reaccionan ante imprevistos? NADIE. No sabéis la tranquilidad que da trabajar con un proveedor que tu wedding planner conoce de 30 bodas anteriores. Tampoco tendréis en internet un “archivo humano” de cómo reaccionan miles de invitados de cientos de bodas a diversos detalles.
- Pero es que mis amigas se han casado y ya conocen muchos proveedores…
¿Van tus amigas a estar el día de la boda pendientes de si las flores están en su sitio, de si resulta que el del cuarteto de cuerda se ha puesto enfermo y hay que sustituirlo, o de si el restaurante ha tenido en cuenta los menús para celíacos?
- ¿Son las wedding planners imparciales a la hora de recomendar proveedores?
Esa es una preocupación muy interesante, para la cual conviene hacer dos puntualizaciones.
1)Pensad siempre que vuestras bodas son las que construyen la reputación de vuestra wedding planner. Por tanto, por muy amiga que sea de una imprenta, si las cosas que hace son un desastre, nunca os recomendará hacer vuestras invitaciones allí.
2)Me gustan especialmente las wedding planners que cobran a los novios. No, no soy masoquista. Algunas wedding planners se financian a base de comisiones que les pagan los proveedores por contrataciones hechas con ellos. Yo prefiero mil veces el modelo de profesionales como Marilé, que cobran un coste por su servicio a los novios y no están ligadas económicamente a los proveedores.
- Ya pero… ¡Es que no es de mi familia y es un evento tan familiar!
¡Eso es lo mejor! La preparación de una boda es una época muy emocional, en la que no vas a querer ofender a nadie pero vas a tener los nervios a flor de piel… Si tu wedding planner te trae una propuesta de decoración de las mesas que no te gusta, le vas a decir que no tranquilamente. Si te la trae tu madre, la probabilidad de “comértela con patatas” para no herir sus sentimientos es muy alta. Que el rol esté profesionalizado es lo mejor que te puede pasar.
Como véis, solo una wedding planner profesional puede cumplir a la perfección con el rol de organizar una boda. Amigas y familiares pueden cubrir ciertas parcelas, pero nunca con un servicio y una experiencia tan completa. De todas formas, como la práctica siempre es más fácil que la teoría, estad atentas, en unos días, os cuento ejemplos reales de nuestra boda en la que tener a Marilé fue imprescindible (con risas y con lágrimas, tuvimos de todo J .
¡Un abrazo Novias!