A veces, las parejas próximas a casarse pasan por esta situación: cuando se acerca la fecha de la boda, olvidan lo romántico del compromiso y del noviazgo, y la relación entra en un periodo de crisis motivado por el estrés que generan los preparativos.
El estrés se produce cuando creemos que una situación desborda nuestros recursos o capacidades.
En el estrés prenupcial, los novios se sienten desbordados por los preparativos de la boda, los gastos que se avecinan, las intromisiones de los familiares y, como consecuencia, surgen comportamientos agresivos, desinterés y, en ocasiones, incluso reacciones de huida que pueden desembocar en el deseo de finalizar el compromiso .
Planificar una boda no es tarea fácil. La gran mayoría de los novios se preocupa durante los meses previos por conseguir que ese día sea inolvidable, especial, tal y como lo han soñado toda su vida, por lo que dedican mucho tiempo y esfuerzo a los distintos aspectos que engloba la organización de su boda .
Toda esta energía, unida a los gastos y, en general, a la nueva vida que van a comenzar juntos originan un ambiente de tensión y estrés .
Pero la wedding planner está ahí para organizarla. La organizadora de bodas no intentará cambiar la situación de lo que quieren los novios, cambia su manera de valorarla, esforzándose por aumentar sus recursos para hacer frente a los obstáculos que se vayan presentando y por adquirir otros recursos nuevos que antes no necesitaban o, al menos, no tan urgentemente .
Los novios tienen que aprender a hacer del estrés su aliado y aprovechar la presión para dedicarse positivamente al desafío de organizar una boda.
Quizás requiere un esfuerzo grande, pero este esfuerzo va dirigido hacia algo que tiene un verdadero sentido positivo para los novios , aprender a deshaceros de la presión de organizar la boda y confiar en una organizadora de bodas.