Vas en el coche, escuchando tu canción favorita y algo ha cambiado: tu pareja te ha pedido casarte con él y, como consecuencia del «sí, quiero», luces un precioso anillo de compromiso que sólo la sonrisa que asoma a tu boca y la sensación de felicidad total le hacen sombra.
Entras en un centro comercial y cuando vuelves para casa te compras todas las revistas de boda que encuentras. Cuando las ves comienzas a fantasear, mientras ojeas un fantástico vestido de novia que ves en una de esas revistas, de pronto, imaginas toda una película maravillosa para el día que celebréis vuestra boda. ¿Puede ser así? No, debe ser así.
Ya no vivimos en los tiempos en los que todas las bodas eran iguales, ahora tenéis a vuestra disposición la oportunidad de hacerla «vuestra»; una boda personal, que refleje lo que sois y quiénes sois, que disfrutéis, que sea inolvidable, que sea “La Boda del Año”.
Pero el ritmo de trabajo al que estáis hoy en día sometidas, son pocas las horas libres que tenéis. Si las contamos bien a partir de las 8 ó 9 de la noche, no os quedan muchas opciones para organizar en persona el día en el que van puestas tantas ilusiones. También es cierto que tenéis ideas sobre lo que os gustaría incluir, pero no sabéis cómo encontrarlo.
Todo esto lo han vivido muchas novias, por eso delegan su boda en una organizadora de bodas profesional.