No conocemos ninguna novia que no sea coqueta el día de su boda.
Detrás de esa persona que cuida mucho su apariencia externa vemos además a una mujer fresca y dulce, muy fácil de querer.
Desde que comienza con los preparativos hasta el día de la celebración, todas nos enseñan mejor que nadie cómo despliegan sus encantos seductores, sobre todo con su pareja … por ejemplo, cuando él no está conforme con algún aspecto de los servicios que están eligiendo o contratando en ese momento.
Durante este proceso de la organización de la boda, se guían por las emociones, y suelen ser muy intensas. Son momentos tan apasionados que es normal que cambien con facilidad de estado de ánimo y muchas reconocerán que suelen reaccionar con estallidos emocionales.
Cabe señalar que se centran en que los invitados estén felices y sabrá si lo son, si recibe elogios de su parte, a todo lo que lleva preparando durante tantos meses. Les gusta también complacer a las personas más cercanas y no escatiman medios ni tiempo para que incluso, su futuro marido se sienta cómodo en la planificación de la boda.
Son novias muy sociables, les encanta estar rodeadas de gente y hacen amigos continuamente con los proveedores de la boda que van conociendo y los que van contratando.
Tienen una gran capacidad para interpretar el lenguaje corporal y los sentimientos de los demás, así como para adivinar sus deseos, que luego tratan de satisfacer; por eso son mujeres que se entienden a la perfección con su wedding planner.
Todas las novias adoptan la actitud de ser coquetas, no sólo por el look de ese día sino porque también le da un toque de distinción a la boda muy personal.
Nosotras como wedding planner siempre aconsejamos poner un poco de coquetería “sin abusar” a vuestra celebración. Seas una novia frágil, guerrera o clásica siempre quedará bien ser coqueta.