Pasar y entrar … arrimar la silla e imaginaros que lo que vais a leer os lo dice vuestra mejor amiga.
Bien, ya estamos aquí a final de temporada de bodas 2015 y despegando hacia las del 2016.
En este tiempo el trabajo ha sido muy, pero que muy intenso. A veces más de lo que podíamos imaginar ¡ya sabéis! en Galicia el plan A y el plan B no es suficiente, tener preparado un plan C e improvisar sobre la marcha el plan D ha sido alguna de nuestras tareas en las bodas integrales.
¡Cuántas cosas! Tantas como bodas porque cada boda es un mundo y de todas ellas tenemos algo. Es una cadena … cada boda es una efervescencia de emociones que nos seduce , aunque el consenso entre nosotras decide ante lo que hay que reaccionar y lo que hay que repetir.
Ahora no vamos a seguir ningún criterio para recordar ninguna boda en especial porque para eso están los fotógrafos que con sus imágenes sellan como nadie ese día, pero si recordamos algunas cosillas.
En especial se nos encoje el corazón recordando el coraje de una madre e hija luchando por los avatares de la vida hasta instantes antes del comienzo de la boda .
Y que contaros cuando han llamado de un pazo solicitando un oficiante a pocas horas de la ceremonia porque el que tenían como titular les falló.
Podríamos pasar por alto los excesos de algún novio buscando un regalo muy especial para su chica, pero ¡qué caray! ellos lo hacen porque quieren lo mejor para vosotras y porque os lo merecéis TODO… ¡Qué bonito fue comprar todas las entradas de una sesión de cine y ser testigos de una declaración de amor de película!.
Tampoco podemos pasar por alto las divertidísimas conversaciones por Skype a altas horas de la madrugada con una pareja que no residía en España .
Entendimos el alivio de un novio cuando comprobó en el primer mail que a nosotras los idiomas no se nos resisten y traducir una ceremonia es una cosa más de nuestro trabajo.
Recordamos la espectacular comida que nos ofreció la abuela de una novia cuando fuimos a ver la finca con el carpista y decoradora.
Y el alivio que sentimos cuando apareció la maleta de una madrina de boda en el hotel 3 horas antes de la ceremonia.
Y lo que nos divertimos cuándo nos quisieron incluir en la sesión fotográfica los propios novios, o cuando un novio se coló “sin querer” en la habitación de la novia minutos antes de la boda.
También nos resulta muy emotivo cuando vemos las caras de los novios al ver todas las sorpresas que les preparan los invitados y de las que somos cómplices.
Y que podemos decir de la sensación que nos queda cuando después de un montaje acabamos de copas con los novios hasta altas horas de la madrugada..
Pero sin duda, la mayor recompensa es la charla “postbodíl” con nuestros novios en donde nos cuentan su opinión acerca de todo el trayecto que recorrimos juntos ( desde los preparativos hasta pasado el gran día) o cuando nos llegan las postales de todas las partes del mundo dándonos las gracias.
No pretendemos hacer nuevos amigos con las bodas, pero el destino nos ha llevado a conocer grandísimas personas y geniales profesionales.
También tuvimos nuestras luces y nuestras sombras con clientes y proveedores ¿Quién no tiene un día malo? Pero podemos decir muy alto que han sido todos brillantes y nos han dado grandes satisfacciones, tantas que pedimos más y sumamos otro año más de bodas a esta pequeña familia de Marilé eventos – wedding planners.
Las bodas no son un “ pupurri de servicios ” que se contraten según color, forma, textura … las bodas son “emociones concentradas” y hay que saber gestionarlas una por una con la claridad que la luz de ese día nos invita a saludar.
Sobran motivos para decir que el amor que se ponga para hacer las cosas no es suficiente, hay que estar y darlo todo. Hemos reído y llorado con las novias, madres, hermanas … hemos vivido situaciones únicas y sobre todo hemos sido participes de vuestra boda bien fuera en calidad de wedding planner o de oficiante de ceremonias civiles.
En este trayecto cada una de nosotras tuvo una misión perfectamente planeada en forma y tiempo y cada una correctamente definida.
Brindamos ¡de corazón! por esas personas que como nosotras que se toman este trabajo en serio y las que depositan su confianza e ilusiones entre nosotras.
Y para finalizar recordamos una frase que define el sentido de estar haciendo bodas y oficiando ceremonias civiles desde el 2004: “Trabajar con los mejores te hace mejorar siempre”.
Gracias , gracias y gracias … y ¡hasta pronto!.