La mantelería de una boda es casi tan importante como el resto de la decoración de la misma y se podría decir que ésta forma parte de ella.
Del mantel que se elija dependerá cómo sean los centros de mesa o el resto de la decoración del lugar de celebración, y en esta boda sabía perfectamente que este detalle lo iban a cuidar con mucho mimo.
Para mi gusto, la elección de los manteles de encaje de Camariñas es perfecta.
Como sabréis, el pueblo de Camariñas da nombre a los encajes de bolillos que se hacen por toda Galicia y me enorgullece, como gallega que soy, que cobren auge con motivo de esta boda.
Las palilleiras, con mucha paciencia, palillo a palillo, alfiler a alfiler, crean con sus expertas manos expresiones artísticas que son laureadas en todo el mundo.
Y los manteles que lucirán en la boda de Marta Ortega serán, de igual forma, elogiados por sus invitados.