A lo largo y ancho de nuestra geografia hay infinidad de lugares con encanto para que las parejas celebren su boda, y mi cometido como wedding planner es buscar el espacio que mejor se adecúe a las necesidades de mis clientes.
El lugar que hoy nos ocupa lo conocía de ir a comer alli un par de veces en familia. Sabía que se comía muy bien y que era un lugar tranquilo, pero en mis visitas culinarias no me había ocupado más que del disfrute de un día familiar delante de una buena mesa.
Hasta que lo descubrí como lugar de celebración de bodas. Lo tiene todo: belleza, atención personalizada, habitaciones que invitan a relajarse, un salón de bodas impresionante, una zona de aperitivos preciosa, un jardin magníficamente cuidado para celebrar una ceremonia civil, ¡en fin!, como veis fue un flechazo en toda regla.
Todas las propuestas en servicios para las bodas van firmadas con el sello de la exclusividad, por lo que nunca tuve que poner nigún pero a nada, más bien, al contrario, debo alabar la exquisita atención que tienen con los detalles y la amabilidad de todo el personal.
Pronto os contaré más cosas, mientras tanto os dejo la web:
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