Lo confieso: Llevaba soñando con mi boda toda mi vida. Sí, sé que vivimos en el siglo XXI, que las mujeres tenemos una vida profesional plena, y que, sin duda, encontrar marido ya no es el objetivo número 1 en nuestra vida (ni el 2, ni el 3…)
Pero, para esta gallega residente en Madrid que dedica tropecientas horas a la semana a su trabajo en Marketing, los meses de preparación de nuestra boda han sido de los más intensos y divertidos de mi vida, y el ansiado DÍA D fui absolutamente feliz.
Mi marido ¡Todavía se me hace extraño llamarle así, pero qué bien suena! y yo empezamos a preparar nuestra boda en Noviembre de 2011, y nos casamos el 29 de Septiembre de 2012. Durante esos casi 11 meses, nuestra vida fue una montaña rusa llena de emociones, donde conocimos a muchísimas personas, valoramos mil opciones de cada una de las cosas a elegir, reímos mucho, y lloramos un poco.
Con la perspectiva que da el tiempo, no cambiaría ninguna de las elecciones que hicimos, pero probablemente hubiese relativizado la importancia de algunas cosas. Cuando quieres que todo salga perfecto, a veces pierdes la perspectiva.
Por eso, quiero aprovechar esta plataforma que me brinda Marilé, que consiguió que mi boda fuese mejor que lo que podría haber soñado (¡Y no era fácil!), para compartir con vosotras las cosas que fui aprendiendo durante el camino. Si consigo que os sirvan, aunque sea solo un poquitín, de ayuda para la organización de la vuestra, o para reírnos un rato juntas, mi objetivo estará cumplido.
¡Bienvenidas a esta aventura!
Un abrazo,
Fátima