Tu madre planeó tu primera comunión, tu organizaste alguna vez la fiesta de fin de año en tu empresa, sabes y siempre has sabido qué estilo quieres para tu boda, tienes hermanas, primas, tías y amigas a quienes puedes delegarles tareas, no necesitas una wedding planner ¿cierto? Nada más lejos de la realidad.
Me pregunto… ¿por qué las novias que viven en Galicia les cuesta la idea de contratar a una organizadora de bodas y decidís iros por el camino difícil cuando en Barcelona, Madrid o Sevilla o en Europa y América es normal?
Todas habéis usado una cámara digital, aún así sentís la necesidad de contratar a un fotógrafo profesional para vuestra boda. Casi todas habéis hecho una tarta en algún momento de vuestras vidas, pero ninguna novia se encargaría de esa tarea el día de su boda. Arregláis vuestro pelo a diario, pero ni siquiera soñaríais con hacerlo el día de vuestra boda.
Sin embargo todas os sentís perfectamente calificadas para diseñar, planear, y llevar a cabo todo un evento (y si algo no sabéis, siempre podemos contar con Google). Realizáis vuestro trabajo como doctoras, maestras, comerciales, publicistas, dependientas, funcionarias …pero en un instante no os podéis convertir en diseñadoras, coordinadoras, críticas y expertas cuando se trata de vuestra propia boda.
Es ¡como magia! Desde el anillo de compromiso, automáticamente sabéis cómo diseñar un espacio, conocéis a los mejores proveedores o al menos tenéis la seguridad de que sabréis identificarlos, sois expertas en etiqueta, y podéis planear la mejor boda del año.
Ya habéis leído las interminables listas de cosas por hacer y contáis con la “confiable” agenda de vuestra boda y el consejo de las mujeres de la familia o vuestra mejor amiga. En fin, estáis armadas para comeros el mundo de un bocado. Pero hay algo que no tenéis en cuenta y es la calidad de la experiencia de organizar y vivir vuestra boda.
La boda pasa sin que nos deis cuenta y la vivís al máximo porque a menos que tengáis a una profesional a vuestro lado para que se ocupe de todo, estaréis pendientes de cada proveedor. De que la decoración sea lo que pedisteis, de que la comida se sirva a tiempo, que la coordinadora del lugar permita al grupo musical “conectarse a la luz” además de tener que lidiar con las ya de por si intensas emociones de ese día.
La mayoría de vosotras contáis con un grupo de apoyo formado por mamás, hermanas, tías, primas y amigas dispuestas a ayudar con cada tarea relacionada con la boda, incluso podríais hacer una lista de deberes y repartirla para que cada quien sepa lo que tiene que hacer ¿verdad? Pero aún así os mentiríais a vosotras mismas si dijerais que os vais a despreocupar porque vuestra cuñada o hermana realice su tarea.
Además, no olvidaros de que vuestros familiares y amigos os estarán apoyando porque os quieren, y precisamente por eso tienen el mismo derecho que vosotras de disfrutar de ese día tan especial y, en el vértigo de la boda los bombardeamos con tareas sin tener en cuenta que también ellas deben hacer sus preparaciones.
Así que ¿por qué no disfrutarlo en vez de trabajar y preocuparos? ¿Por qué no hacerlo aún mejor de lo que podríais hacerlo vosotras solas? Por supuesto que vuestras ideas son brillantes, pero, la suma de dos mentes puede crear maravillas.
Toda persona que se casa puede y debe tener una wedding planner, ya sea durante todo el proceso de la planeación o al menos durante algún momento de la boda.
Comúnmente pensáis que se necesita tener un gran presupuesto para contratar una wedding planner o organizadora de bodas, sin embargo nosotras estamos para ayudarte a planear, organizar y coordinar vuestra boda sin importar que tan grande o pequeña sea la boda o el presupuesto. (Por supuesto existen distintos niveles de precios entre los Wedding Planners, pero siempre puedes encontrar a una ideal para ti.)
Una Wedding Planner te puede proporcionar descuentos con los proveedores, y tendrá relación con ellos y sabrá a quien elegir de acuerdo a tu tipo de evento, con la enorme ventaja de que no tendrás que perder tiempo valioso contactando a todos los proveedores de la ciudad (Este es un evento que no admite prueba y error.)
Una Wedding Planner te ayuda a fijar un presupuesto y prioridades, se encarga de coordinar cada detalle, te dirá qué funciona para tu boda y qué no, ya sea por el estilo o por el precio, evita gastos innecesarios, es tu amiga, asesora y aliada (si la necesitas, puede mediar entre tus gustos y los de tu madre o futura suegra.), por nombrar algunas cosas. Todo para que ese día estés concentrada en lo más importante, tu boda y no en los proveedores y tiempos de ejecución.
Aceptémoslo, no queréis contratar una Wedding Planner porque queréis SER la Wedding Planner que conoce a todo el mundo, la que tiene un gusto exquisito, la que puede lidiar con todo lo que se aparezca en su camino, la experta en bodas y todo mientras andáis con unos buenos tacones de vértigo y lleváis un peinado impecable.
De hecho deseáis esto con tanta fuerza que para tratar de lograrlo estáis dispuestas a sacrificar un día que solo viviréis una vez. Necesitáis aprender a delegar y poner en manos de los expertos vuestras bodas y verdaderamente disfrutar de ese momento especial. Tu única preocupación debe ser verte como una diosa en el momento de caminar hacia el altar.
Así que todo se reduce a la calidad de experiencia que quieras tener. Una cosa es segura, nada se compara con la tranquilidad que te dará estar preparada y con un respaldo tan fuerte como una Wedding Planner a tu lado.
.