Organizar una fiesta el día antes de la boda es una buena forma de que vuestros invitados se conozcan antes del casorio, de que vosotros disfrutéis más tiempo de ellos y de que os liberéis de la tensión acumulada de todos los preparativos. Os aseguro que dormiréis como los angelitos y al día siguiente estaréis relajados y disfrutareis mucho más de la boda.
Evidentemente se trata de una fiesta informal para novios que quieren destacarse y agasajar a sus invitados, ofreciéndoles un día muy especial que se desarrollará en un marco de diversión, naturalidad, informalidad, alegría y sobre todo, sorpresa.
En la boda de Angelina y Michele organizamos una en el Playa Club de A Coruña .Allí les esperaba un pica-pica muy peculiar ya que todos los platos elegidos tenían un especial significado para los novios. Y para que a nadie le pasara desapercibido este detalle preparamos unos cartelitos, con nombres tan divertidos como: “Croquetas casi tan buenas como las de la abuela”, “Mejillones de las excursiones domingueras” entre otros. Y de postre… helados de cucurucho y algodones de azúcar.
Como actuación estelar Renato –el hermano de Michele- amenizo la velada con su guitarra y un pupurri de canciones que todos coreaban. Fue tal el éxito que no se paraba de escuchar… “otra”, “otra”.
Y por supuesto en una fiesta como esta no podían faltar los fotógrafos que recogieron con su cámaras las mejores imágenes de la fiesta. Yo customize unas cuantas añadiendo globos, sombreros, mariposas…para el recuerdo y quedaron muy divertidas. Os dejo un collage como prueba.