Él le pidió la mano en el restaurante más elegante de la Torre Eiffell en París y desde ese momento, los siete años como novios, pronto tendrían fecha para convertirse en marido y mujer.
Y así fue, llegó el día con todo perfectamente organizado. La suite del Hotel Meliá sirvió de «campamento base” para arreglar a la novia . Con el mar como testigo Dany da Costa –amigo personal de la novia- que se trasladó desde Almería se ocupó del estilismo, no sólo para la ceremonia sino también para el cambio que realizó en la fiesta, después del baile nupcial.
Muy puntuales llegaron a la Iglesia A. con su madrina – ambos muy elegantes-, seguida de la novia con su padrino que se trasladaron hasta el templo en Rolls: ella con un espectacular vestido de cola y el con vestimenta militar.
Durante la ceremonia la voz de la soprano arrancó aplausos entre los asistentes y después unos pocos posados que pusieron punto y final al acto una sorpresa tras otra arrancaban sonrisas y carcajadas entre los invitados.
Pero la gran sorpresa fue la que le preparamos al novio – gran aficionado al Deportivo- con una sesión de fotos en el Estadio de Riazor ¡como disfrutó! , mejor dicho disfrutamos todos: ellos, el fotógrafo, el video y yo.
Una vez que salimos del campo de fútbol, pusimos rumbo a Finca Grande la Solera en donde se sirvió un menú de alta gama ,mientras las sorpresas seguían:
– Espectáculo ecuestre
– Actor infiltrado que comenzó actuando como encargado de protocolo y finalizó con una extraordinaria imitación del gran cantante Rafael
– Sorteo entre los invitados de unos esplendidos regalos
– Bombones artesanales de varios países
Y fiesta, fiesta y fiesta en donde se mezclaban con alegría los invitados que estaban en las distintas mesas que pusieron título a la temática de la boda “Los viajes de Selena y Alejandro”.
Y como toda boda finaliza con un viaje de novios, pero en este caso con la última sorpresa: La publicación de su boda en Depor Sport, el diario deportivo del Real Club Deportivo de A Coruña.
¡Pasarlo bien CAMPEONES!