Si hay algo desagradable para mis ojos es ver que quienes se van a casar y como sienten que están un poco rellenitas, se ponen capas y capas de tela que no se sabe dónde comienza y termina su cuerpo.
Estar rellenita no significa ocultarse, mucho menos en momentos de felicidad como es el día de vuestra boda.
¿No te atreves con un traje que marque la cintura y las curvas? El resultado es muy sexy, no dejes de probarlo.
¿Quieres ir más discreta? Una buena tela para el vestido, acompañado de un bonito escote y un elegante accesorio destacará vuestra belleza natural.
Lo que siempre se debe ver en un vestido es la realidad, seas como seas. Deja los complejos y saca provecho a tu figura. Lánzate a la búsqueda del vestido de novia de tus sueños será muy fácil si vas segura de ti misma. La idea es lucir radiante, cómoda y divertida, sin importar la talla.
Además, hoy en día los diseñadores, apuestan por modelos de todas las tallas y la gran mayoría de casas de novias disponen de un amplísimo abanico de estilos para las rellenitas, haciendo que os sintáis perfectas.
Si no tienes el cuerpo escultural de una modelo, no pierdas las esperanzas de lucir hermosa el día de tu boda, pues os aseguro que muchos modelos son más bonitos y espectaculares cuando los lleva una novia que necesita una talla grande.
Y recordar: La elegancia está en el buen gusto no en la talla.