Tengo que reconocer que hoy es de esos días en los que más me apetece escribir en el blog y tal vez no sea el momento en que más me extienda, hoy lo visual gana a la palabra.
Si hay algo que me enamora a rabiar en las bodas es que se pongan visillos. Los hemos puesto en nuestras bodas desde en el altar de una iglesia hasta entre las ramas de unos árboles o en las columnas de un techo alto.
Y lo que más nos gusta es que cuando se le proponemos a nuestra decoradora Silvia de www.magnoliaconcept.com , para ella nada es inalcanzable, todo es posible y eso hace que nos gusté todavía más. ¿Cuántas veces nos pareció imposible llegar a colocarlos? Pero a ella y a su equipo no hay nada que se le resista.
Comenzamos a introducir visillos para ambientar bodas en el 2007 y siempre han triunfado, crean un aire nuevo, fresco, sofisticado, natural y depurado.
Es también un gran aliado si se quiere camuflar algo.
Os dejamos con algunas propuestas en tonalidades claras que se alían con el espacio y lo acentúan.
Tensados o vaporosos esta tela de textura suave y semitransparente tamiza por otro lado sutilmente la luz, lo que hace que su presencia en algunos ambientes sea obligada.
Queremos y deseamos que sigan envolviendo muchas, muchas bodas.