¿Negro? ¿Blanco? ¿Negro y blanco? M. ( una de nuestras novias) que es todo inocencia y a la vez muy lista, nos dijo ya en la primera entrevista que tenía muy claro que eso gastarse mucho en el vestido de novia no iba con ella, ese coste prefería destinarlo a otras partidas de la boda como la decoración de la ceremonia civil y la del banquete.
Bien, nos pusimos a pensar y en una de las conversaciones nos envía varias fotos de lo que le gustaría . La idea ya la teníamos, ahora sólo había que buscar el ¿cómo? ¿uno de segunda mano o de alquiler?.
Antes de acudir a esa opción se nos ocurrió primero enviar e-mails a todas las invitadas de confianza pidiendo prestado su vestido de novia a ver lo que pasaba.
La respuesta no se hizo esperar, conseguimos 4 que podían servir, pues la idea es devolverlos sin hacerles modificaciones.
La habitación de la novia , hoy por la tarde, nos sirvió de probador y el primero que se pusó, que además era el que más nos gustaba, le quedaba magnifico, estaba perfecta y el lazo negro que le añadimos le aporta un toque chic muy actual.
¿A qué es una bonita historia? Algo así, incluso para nosotras es inolvidable.
Cuando se casen ya os contaremos como transcurrió la boda de M & P, pues es una boda civil con excelentes ideas: modernas, prácticas y muy bonitas.